La idea es pensar en personas famosas e inalcanzables, o no, de nuestro entorno, pero que simplemente nos gustaría ser. Lo Lo bueno de estos juegos/ejercicios es que no estamos limitados…
Al hacer una lista de nuestros ideales si bien será una lista de “otros”, son personas que admiramos o nos guían. De esa manera indirecta también hablamos de nosotros mismos.
A la vez, al intercalar en esa lista gente que desentona, podemos deslizar una ironía.
Si ponemos a alguien desconocido para los demás, quedará como una nota de misterio, o un toque personal.
© Luis Pescetti