El otro

Fuente: NASA

¿Qué ves? ¿Qué ves cuando me ves?

Federico Gil Solá (Divididos)

Imaginación estilo Copérnico

 

Copérnico fue un monje astrónomo, primero en proponer y demostrar que el centro del universo no era la Tierra como se suponía entonces, y sostuvo que quedaba cerca del Sol. Es una rica metáfora para trasladar a otros ámbitos pues, contra lo que ven nuestros sentidos, que la Tierra está quieta y los astros giran… él era capaz de imaginar lo opuesto.

 

Partiendo de ahí podemos afirmar que quien sea nuestro «otro», bien planteado, es un problema de imaginación.

 

Cuánto más amplia y sutil sea nuestra imaginación, seremos más eficaces para hacernos entender y para comprender el mundo, el que nos rodea y el que podríamos crear.

 

Compartir un mismo territorio con otro es uno de los problemas más sensibles, ahí se darán las relaciones de colaboración o competencia que podamos crear. Y para eso, otra vez: es esencial nuestra imaginación.

 

La paciencia, el amor, la tolerancia, las habilidades de negociación dependen de “qué vemos”.

Si creemos que algo sólo nos pasa a nosotros, reaccionamos de una manera. Si sabemos que es experiencia común: de otra. Cambió la amplitud de “la foto” (sabemos que somos un caso en medio de otros casos, no estamos aislados).

 

La cámara de nuestra imaginación hizo “zoom out”, no hacemos foco en los detalles sino en una visión panorámica.

 

Si pensamos que algo será eterno reaccionamos de una manera, si sabemos que durará un tiempo y luego cambiará: de otra. otra vez “cambió la foto” (no estamos atrapados en una experiencia, o no la damos por segura, inmutable).

 

Cuantos más modelos, mejor imaginación, más amplias sean “las fotos” que nuestros niños puedan crear: estarán menos sujetos a un destino. No estarán limitados realizar o responder al único destino que son capaces de concebir. Imaginarán otros escenarios, otros actores y a ellos en otros papeles.

© Luis Pescetti