Origen no es destino. Creatividad e identidad están entrelazadas. Nadie busca lo que no concibe. Nadie espera lo que no cree para sí.
Cuando advertimos que lo imaginado responde a cómo nos pensamos y nos vemos, la creación cobra otro alcance. Pasamos de ser más creativos a encontrar la propia voz.
Estos ejercicios y reflexiones son el resultado de mi experiencia en escribir y actuar.
Están dirigidos tanto al docente que mañana tiene que dar una clase, como a quien quiere desarrollar su propia creatividad.
No necesitan conocimientos ni recursos especiales.
El derecho a la identidad, tal como lo expresa la Convención de los Derechos para los Niños, toma uno de los factores: garantizar el lazo con nuestro origen; pero la experiencia en escenarios, como pedagogo y autor, me mostró la necesidad de ampliar su alcance.
Que una persona pueda imaginar una vida en la que su condición de origen no sea un destino obligado da el sentido más pleno a la habilidad creativa.
Luis Pescetti