1. ¿Qué te llamó la atención de ayer?

La creatividad empieza y se nutre con lo que nos llama la atención. No siempre es evidente: reconocer lo que llama nuestra atención, es el primer entrenamiento y rasgo de originalidad. Es una señal de identidad: “soy alguien que repara en… “. Corregir el supuesto de que “una idea” debe ser necesariamente “extraordinaria”.

Cómo reconocer una idea buena

Una de las trabas para resolver con imaginación puede ser esperar que la idea se presente como una evidencia infalible. El ejemplo de saber "un chisme"

Atender la propia experiencia

La creación empieza “por la oreja”, lo que llamó nuestra atención. Ejercicios para desarrollar la atención y la capacidad de transmitir lo que nos pasa.

No nacemos sabiendo qué contar

Nadie nace sabiendo qué contar. Hay que dar espacio a la práctica para que los niños descubran que no hacen falta grandes hazañas, que lo cotidiano merece ser narrado.

Eficacia de lo subjetivo

Para que otros se conmuevan o resuenen o puedan entender nuestra experiencia, puede ser más eficaz contar nuestra subjetividad que hablar de hechos objetivos.

Recurso narrativo: Condensación

Natacha, el personaje, es en un día lo que cualquier niño es en un mes. Comprimir el tiempo, o unir en un personaje características de muchos, es un recurso muy eficaz.

Recurso narrativo: Los pasos intermedios

Una manera de aprender a desarrollar una narración es aplicar a cada acción la fórmula “para eso es necesario…”: encontrar, inventar, qué debe ocurrir para el cumplimiento de una meta.

Mamá y papá hacían líos

Quería que mi hijo hiciera “¡wow!”, así que les puse un poco de levadura y condimento a pequeñas anécdotas que recordaba.