En toda pareja hay un occidental y un japonés

Mi mujer es de Osaka, no soy de Japón,
ella sabe lo que es mejor para mí, yo no.
Sabiduría oriental se lo enseñó,
yo debo aprender todo por mí solo.
Ella lleva ventaja con la reencarnación,
yo soy el primero de mi generación.

Yamaha, Mitsubishi,
Sony y no Whestinghouse
Toyota y nunca Ford
es nuestra conversación.

Visita de los suegros,
sonrisa e inclinación.
Cuánta elegencia, los ves,
la ceremonia del té.

Mi mujer es de Osaka, no soy de Japón..

Mirás la novela
en japonés,
de repente todos lloran,
te consuelo, abrazo,
igual me siento tu rey.

Ni un sí, ni un no
ni un das, ni un yen,
ni un cómo estás,
yo, tú, también.
Sólo la piel y gestos
para entendernos.

Mi mujer es de Osaka, no soy de Japón..

(c) letra y música: Luis María Pescetti

© Luis Pescetti