El mundo del revés

Farm near Duivendrecht

Hagamos una pequeña pirueta de la imaginación. Podemos escribir un texto muy breve, una escena apenas, cuatro renglones, en los que uno de los antagonistas/malos/archi-enemigos… (con quienes convivamos o compartamos un espacio o actividad) hace algo que nos beneficia, nos ayuda, pero no sin querer, lo hace a propósito, y no con una trampa oculta.

 

Nota: Es taller de escritura, no grupo kamikaze de autoayuda. Queremos aprender los recursos de escritura, que sirve para eso y expandir nuestra imaginación, eso está muy bien, pero de ninguna manera tenemos derecho a andar removiendo el balde de nadie del grupo, ¡y menos con niños! Es muy fácil convocar conflictos personales, temas no resueltos, cualquier bobo lo hace, lo difícil es conducir una herida que se abre, y no es el lugar ni somos las personas para hacerlo. De modo que los ejercicios, cuando evoquen, como este caso, antagonistas, aliados, que pueden estar en el mismo grupo o que leer algo puede exponer a quien lo hace, cuidaremos de evitarlo, de modo de preservar la discreción de la persona y del grupo. Un maestro discreto, que no expone, que cuida, es más sano.

 

© Luis Pescetti