El otro que soñaste ser

Marianne von Werefkin

Si acaso soñaste con ser alguna forma de aventurero, o un tipo de profesión o de vida que idealices como más intensa. Algo que sale de lo que consideres normal o cotidiano. Generalmente a la intensidad, la vida más intensa, la ubicamos fuera de la vida cotidiana. ¿quién es tu héroe? ¿Qué vida soñabas llevar? ¿Qué vida imaginás de una plenitud soñada?

No necesariamente va ligada a la aventura o lo intenso, quienes tengan familias así, seguramente soñarán con padres con una vida normal, así me dijo una vez un amigo, hijo de un famoso productor internacional de cine y una madre bellísima, actriz, acostumbrado a que por su casa pasaran los famosos de tantas películas: “Yo quería que mis papás fueran normales”. Bueno, eso era la plenitud soñada por él.

A diferencia del otro ejercicio (en el que soñábamos con ser una persona en especial), acá soñamos con ser una actividad, profesión, cualidad (nosotros encarnamos ese ideal).

Lo intenso, lo estable, lo pleno, la libertad, cada uno deposita su vida ideal en alguna imagen. Y si hasta Súperman tenía que buscar un lugar dónde ponerse su traje es lógico si vos necesitás un lugar dónde opera la transformación, no es cuestión de sacarse el traje en medio de la gente. Escogé un lugar al que elegís ir para transformarte en ese otro, oculto a los ojos de todos, que sólo vos conocés.

Escribí unas breves líneas, un momento en la vida tal como la conocés. Vas al lugar de la transformación, y salís convertido en… ¿en quién? ¿En qué?

© Luis Pescetti