Las consecuencias de la abundancia de lo bueno. ¿Qué pasaría si todo lo bueno que pudiera ocurrir sucediera el mismo día? Cuando lo bueno exagera, ¿no se presentaría algún inconveniente.
Indaguemos: a ustedes les gustaba una niña de la primaria, a la que nunca se atrevieron a hablarle, luego una de la secundaria con la que pasó lo mismo y luego en la universidad conocieron a alguien y hoy, cuando se deciden a hablarle coinciden la de la primaria y la de la secundaria para confesarles su amor… en el mismo bar al que ustedes citaron a la otra; pero además, aparece el rector y les confirma que ganaron una beca para ir a estudiar al extranjero, y además sus padres les dicen que la empresa familiar creció fabulosamente y los nombran gerentes generales, pero además el mozo les avisa que el dueño del bar no les cobra la cuenta, pero además…
Inventen ustedes una a su medida.
© Luis Pescetti