(Del libro: Taller de animación musical y juegos).
El grupo forma una rueda. Hay que decir PI o PO, como se quiera y cuando se quiera.
Uno solo por persona, o se dice Pi o se dice Po.
PI: continúa el sentido de la ronda. PO: invierte el sentido en el que la ronda venía.
Comienza cualquier compañero, se empieza siempre hacia la derecha, diciendo PI, el que sigue está obligado a contestar. Si él también dice PI, la rueda seguirá hacia la derecha; si dice PO, el de la izquierda está obligado a seguir.
¿Quiénes pierden? Los que contestan cuando no es su turno, o los que tendrían que haberlo hecho y no vieron que les tocaba a ellos.
Al que se equivoca lo echamos, sin piedad, de la ronda. Luego los juntamos y ¡A la piscina con ellos! Con buena onda, por supuesto.
Este juego también nos permite ser los peores: Decimos Pi, o Po, volteando la cabeza hacia el lado contrario al que tendría que contestar; el compañero, por reflejo, contestará y se tendrá que ir de la ronda.
Variante: PI siempre obliga a ir hacia la derecha, PO siempre obliga a seguir hacia la izquierda. Parece más sencilla, y sin embargo…
© Luis Pescetti